La mitad olvidada de la generación beat

Leonor Kandel, Elise Cowen, Diane di Prima, Hettie Jones o ruth weiss son sólo algunas de las mujeres de la generación beat que resultan desconocidas hasta que se las menciona de la mano de nombres como Allen Gingsberg o Jack Kerouac. Estas mujeres vivían bajo los mismos preceptos que los hombres beat y escribían igual que ellos, pero debido a la sociedad de su tiempo sus trabajos han quedado inéditos, sin traducción, olvidados o quemados. Ahora, casi 50 años después de la creación de algunas de sus obras, la traductora Annalisa Marí les da voz en "Beat Attitude" (Bartlebly, 2015), una recopilación poética que revive las voces de diez escritoras.



¡eh! tanto el artículo completo como un poema de Elise Cowen se pueden leer también aquí (pág. xvi):

«Hubo mujeres, estaban allí, yo las conocí. Sus familias las encerraron en manicomios, se las sometía a tratamiento por electroshock. En los años 50, si eras hombre, podías ser un rebelde, pero si eras mujer, tu familia te encerraba. Hubo casos, yo las conocí. Algún día alguien escribirá sobre ellas.»
Gregory Corso 

Algunas de ellas, como Denise Levertov, consiguieron repercusión pública ya en su época debido a su academicismo y activismo político, reflejados en su poesía social. Otras, como Joyce Johnson o Carolyn Cassady, siguieron el mismo estilo de vida que sus colegas, pero como Johnson plasmaría en su libro "Personajes secundarios" se sentirían siembre a la sombra en un momento en el que ser mujer y escritora se consideraba prácticamente un oxímoron.

La primera en ganarse el respeto de Ginsberg y los demás fue Lenore Kandel, quien al igual que el autor de "Howl" tuvo problemas con la ley por el contenido clasificado de obsceno y pornográfico de su libro "The Love Book", querellas que finalmente colaboraron en el auge mediático del movimiento. ruth weiss, por su parte, tras escapar del nazismo junto a su familia, se interesó por la literatura y comenzó a escribir sólo con minúsculas como rechazo a su lengua materna, el alemán. Aún sigue activa a día de hoy, centrando su trabajo en la relación entre el jazz y la poesía improvisada de carácter casi performativo

Anne Waldman, por su parte, tuvo una vida muy prolífica en la cultura literaria de la segunda mitad del siglo pasado. Fundadora de la revista literaria Angel Hair y organizadora de eventos culturales, escribió más de cuarenta obras en las que experimenta con la prosa poética o analiza las corrientes estéticas y la distinción entre realidad y ficción en el mundo de la cultura. Fundadora junto con Ginsberg de la Escuela Poética Jack Kerouac, en 1975 creó su primer poema largo, "Fast Speaking Woman", influenciado por el consumo de alucinógenos y que posteriormente derivaría en el interés por la performance de los últimos años. 

Peor devenir sufrió la memoria de Elise Cowen, quien tras sufrir graves problemas psiquiátricos terminó por suicidarse antes de su treinta cumpleaños tirándose por una ventana. Parece que su poesía era desgarradora y se mostró muy interesada en Eliot y Pound, a quienes recitaba de memoria, pero al poco tiempo de su muerte sus padres quemaron la mayoría de sus poemas por miedo a que se hicieran públicas las referencias a drogas o experiencias lésbicas que en ellos retrataba. Lo poco que quedó permaneció inédito hasta el año 2014, cuando Ahsahta Press publicó "Poems and Fragments". 

«En general hablan de lo mismo que los hombres: la espiritualidad, las filosofías orientales, la alteración de la conciencia, el jazz, la escritura automática, viajes, reivindicación socio-política...., pero observamos temas nuevos: menstruación, partos, abortos, hijos, frustración de estar a un lado de la carretera, invisibilidad, la espera y la presencia de lo doméstico. Hay que decir que, confinadas en el espacio doméstico por sus compañeros de generación, desarrollaron una interesante escritura dentro de la casa y convierten lo doméstico en un tema literario.»
A. Marí, "Beat Attitude"

Sin embargo su reconocimiento o mera mención han sido inexistentes en la mayoría de los casos y muchas fueron internadas en psiquiátricos y retenidas o coaccionadas para dejar de escribir, invisibilizadas por sus colegas y por la sociedad y relegadas siempre a un segundo plano. Feministas revisionistas de doctrinas que consideraban burguesas como la de Virginia Woolf, las mujeres beat fueron muy activas tanto política como poéticamente. Está claro que queda mucho por investigar sobre el verdadero papel de la mujer en la historia de la literatura, pero trabajos como el de Marí ayudan a la visibilización y al enriquecimiento de la cultura. 

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